Covid y Transporte Público

El miedo es libre y no es para menos en la situación que nos encontramos, desde que allí por Marzo que se decretó un Estado de Alarma donde se nos confinó en nuestros hogares, algo que nunca había pasado y que todavía a fecha de hoy no llegamos a entender como ha sucedido, recibimos informaciones de todos y de ninguno, muchas veces con datos erróneos, contradictorios o simplemente distintos, el caso es que nos estamos «adaptando» a una nueva situación un tanto rara, que afecta a todos, tanto en nuestro ámbito personal como profesional, y con ello en todo nuestro día a día.

Transporte Público

Así se ha visto entre otros el sector del transporte público.

Los usuarios habituales, han optado por otros medios, el caminar, el uso de la bicicleta o del propio vehículo  se han convertido para muchos en el medio de transporte a utilizar al menos de momento y hasta que la situación sanitaria cambie.

El metro, trenes de cercanías, autobuses, y cualquier medio público dispone de las medidas adecuadas para la seguridad de todos, pero de momento hay cierta inseguridad entre los que habitualmente los utilizaban.

Por parte del propio transporte público la ventilación de los espacios, renovación de aire, limpieza, desinfección, … y por parte de usuario el obligatorio uso de mascarilla, mantener la distancia con otros pasajeros, … eso hace que el transporte sea seguro, pero aún así los usuarios son reticentes al uso del transporte público, siendo los más perjudicados los transportes que recorren largas distancias.

Transporte Privado

El uso del transporte privado ha aumentado considerablemente, lo que en las ciudades conllevará más tráfico, atascos, estacionamientos incorrectos, nerviosismo, prisas, …, la paciencia en estos casos es primordial.

Respetar distancias entre vehículos, reducir la velocidad (las velocidades se modificarán para el próximo 2021 año en vías urbanas), prever situaciones ante un paso de peatones, un semáforo en ámbar, un cruce, o cualquier punto que habitualmente pueda ser conflictivo, serán decisiones a tomar de forma inmediata para una mejor circulación y prevenir incidentes.

— Bicicletas a la calle

En cuanto al uso de bicicletas, ya desde el confinamiento su uso se disparó notablemente, ahora ni que decir tiene que tanto para el desplazamiento habitual de ir al trabajo, como para ocio al encontrarnos con restricciones de movilidad, la bicicleta se ha convertido en el medio más utilizado, entre niños, jóvenes y mayores, para su uso y disfrute.

Es habitual en cualquier ciudad encontrarte con personas que la utilizan para su movilidad personal en vías urbanas, así como entre cicloturistas, en las carreteras, paseos, caminos y cualquier zona habilitada para ello.

El uso de la bicicleta se ha extendido, de manera que al compartir espacio con los turismos en distintas vías, hay que estar alerta, porque son los más vulnerables.

 

 

— Caminando al trabajo

Si hablamos de peatones, también se ha notado más desplazamientos a pie, y esto es favorable tanto para nuestro medio ambiente como para nuestra salud.

Además precisamente por las restricciones en las distintas ciudades, el caminar se ha hecho actividad exencial, y es mucha la gente que sale a caminar entre los distintos caminos y zonas de los alrededores de las ciudades.

 

El transporte público es un importante servicio en las ciudades,  los expertos defienden la seguridad en dicho transporte, así que respetemos todas las medidas de seguridad, y responsabilidad siempre por nosotros y por los demás, y esperemos que todo vuelva a funcionar como antes.