Su Historia
Cristóbal significa – el que carga o portador de Cristo –
La historia cuenta poco de él, por eso no se sabe con certeza cuando nació pero pudo ser haya en el año 405.
Se dice, que San Cristóbal, era un popular gigantón y bastaba mirar su imagen para que todo viajero se viera alejado de todo peligro y se sintiera protegido. Dicen también que era un hombre muy apuesto, de estatura colosal, con gran fuerza y tan orgulloso, que no se conformaba con trabajar para amos que no fueran dignos de él.
El encuentro con el diablo.-
En cierta ocasión se ofreció a un rey para trabajar en un castillo. Muchos nombraban al diablo y cada vez que lo hacía el rey se santiguaba, y Cristóbal le preguntó porqué lo hacía. El rey le dijo que era porque tenía miedo del diablo, y Cristóbal decidió buscar al diablo para servirlo porque él quería servir al más fuerte de todos.
Cristóbal, encontró al diablo tras mucho caminar y recorrer distintos lugares y le dijo si podía servirlo, el diablo le dijo que sí. Caminaron juntos, el diablo en su caballo y Cristóbal andando. De repente vieron una cruz de madera, nada más ver la cruz, el diablo se puso blanco del miedo y comenzó a correr para el lado contrario donde estaba la cruz. Cristóbal sorprendido le preguntó porque hacía eso y el diablo dijo
«En esa cruz murió el Hijo de Dios, y por eso le tengo terror a la cruz».
Entonces Cristóbal le dijo al diablo que él no era tan fuerte como creía y que lo dejaba para buscar a ese Hijo de Dios, que ese sí que era fuerte.
El encuentro con Jesús.-
Siguió caminando buscando al Hijo de Dios para servirlo, y se encontró con un sacerdote. El sacerdote le preguntó que era lo que buscaba y Cristóbal le dijo a Jesús. El sacerdote le dijo que había una forma en que podría servir a Jesús. Podía ayudar a la gente a cruzar un río que había allí cerca, que llevaba mucha agua y era muy hondo y muchos se habían ahogado tratando de pasarlo. Accedió a lo que le dijo el sacerdote y así se construyó una casita en la orilla del río y durante mucho tiempo estuvo ayudando a la gente a cruzar.
Un día estando en su casa a la orilla del río esperando que viniera más gente, oyó la voz de un niño, «Cristóbal, sal de la casa, y ayúdame a cruzar el río», Cristóbal salió pero no encontró a nadie y volvió a su casa. A la tercera vez que lo llamó Cristóbal vio a un niño pequeño y éste le pidió que le ayudara a cruzar, Cristóbal lo subió a los hombros y usando su bastón, se metió en el río para cruzar. Era un trabajo fácil, pensó es tan solo un niño de nueve años y no pesaba mucho. Cristóbal ya había cruzado muchas veces ese río llevando a gente mucho más pesada que el niño y no había tenido problema.
Su imagen siempre colosal y gigantesca decora muchas catedrales e inspira protección y confianza. Para simbolizar su fortaleza y amor a Cristo, se le representa de gran corpulencia con Jesús sobre los hombros con una bola simbolizando el mundo y un árbol lleno de hojas por báculo.
Oración del Conductor
Dame Señor mano firme y mirada vigilante para que a mi paso no cause daño a nadie. A tí Señor que das la vida y la conservas, suplico humildemente, guardes hoy la mía en todo instante.
Libra Señor, a quienes me acompañan, de todo mal: choque, enfermedad, incendio o accidente.
Enséñame a hacer uso también de mi coche, para remedio de las necesidades ajenas.
Haz en fin, Señor, que no me arrastre el vértigo de la velocidad, y que, admirando la hermosura de este mundo logre seguir y terminar mi camino con toda felicidad.
Te lo pido, Señor por los méritos e intercesión de San Cristóbal, nuestro Gran Patrono.
Amén